miércoles, 2 de febrero de 2011

Robots más que humanos


El hombre actual está sumergido en un torbellino de hedonismo, materialismo, permisividad y consumismo, que no hacen más convertirlo en un sr vacío, en un hombre Light. Éste no corre riesgos, quiere siempre la seguridad en todo, se trata de un hombre relativamente bien informado pero de forma superficial, su educación humana es muy escasa, incapaz de hacer una síntesis de la información que lo aglomera pero si le interesa todo superficialmente; se trata de un hombre entregado al pragmatismo y gobernado por el hedonismo y la permisividad.

Este nuevo hombre, en el que la gran mayoría se ha convertido o como mínimo comparte algunos aspectos, se caracteriza por seis rasgos bien definidos:

1) Materialismo: las personas valen por lo que tienen, los bienes materiales se encuentran en una de las principales prioridades sobre las situaciones espirituales y demás.

2) Hedonismo: pareciera que la nueva regla es "pasarla bien a costa de lo que sea" no importa realmente el futuro y las consecuencias que nos atraigan nuestros actos en nuestra carrera por el placer. Esta conducta apunta a la muerte de los ideales, el vacío de sentido y la búsqueda de sensaciones cada vez más nuevas y excitantes.

3) Permisividad: la tolerancia excesiva que representa el arrase de los mejores propósitos e ideales.

4)Revolución sin finalidad y sin programa: la permisividad atrae el querer hacer todo y llegar cada día más lejos, libres de límites que ocasionan así una revolución sin finalidad y sin programa, esto produce vidas vacías llenas de él envolvimiento paulatino del escepticismo.

5) Relatividad: nada es absoluto, todo tiende a ser relativo, así nos encontramos frente a la verdad a la carta, donde uno decide de acuerdo a sus gustos e ideales. El relativismo supone un nuevo código ético.

6) Consumismo: la necesidad constante de multiplicar o sustituir objetos por unos mejores sin realmente necesitarlos o sólo por tener algo "mejor".

Entonces, el hombre se ve envuelto en la enfermedad de la abundancia, querer todo lo material y reducir al mínimo lo espiritual; además deja de preocuparse por su entorno, de forma en que no le importan los acontecimientos sociales, las injusticias, ni los grandes temas de pensamiento. El hombre se encuentra ante un vacío moral, donde la superficialidad y el materialismo mandan, donde el consumismo es el pan de todos los días.

Las personas se vuelven huecas y sólo atienden los temas relacionados con su trabajo profesional, fuera de eso se podría decir que viven en la ignorancia. Sin embargo, es natural que las personas vayan convirtiéndose en eso, en hombres light, cuando son educados mayoritariamente por la televisión, la cual está atestada de información inútil que únicamente nos distrae y de la cual no aprendemos nada, pero comenzamos a cansarnos de todo y el aburrimiento se hace presente. Somos seres humanos sin ideales y metas claras que vagan por este mundo pregonando el individualismo, el placer propio y la falta de ética; somos seres vacíos y superficiales que pensamos que la vida ideal esta colmada de fama, existo, un cuerpo delgado y toda esa mierda que nos vende. La televisión es una caja boba que produce idiotas. 

Pero lo más preocupante es que sumidos en nuestra ida light no nos preocupamos por los demás, es más fácil hacerse de la vista gorda y concentrarse en temas vánales. La misma televisión nos ayuda a eso con su programación "divertida", que está dirigida a abstraernos y mantenernos quietos, consumiendo nuestro criterio y haciendo de nosotros unos robots más que unos humanos.





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