Es bien sabido por las personas que conocene que yo soy un poco tímida con las personas que no conozco, es difícil para mí seguir una conversación así y por lo regular me dedico a contestar con monosílabos, pero he aprendido a vivir con eso: nunca conoceré gente nueva (?). Pero ayer precisamente mi padre no alcanzó a llevarme a la parada del autobús, entro a las 7 am a la escuela y llegué a las 7 a esperar al camión, sólo 15 minutos tarde. Mi papá me dio dinero para que me fuera en taxi pues él iba a Zacatecas por cuestiones de su trabajo y ya iba tarde, entonces me subí al único taxi que encontré. Un señor de cabello blanco por las canas y de sonrisa amable sentado sobre su taxi blanco con rojo. El viaje con él empezó "regañándome", más bien me dijo "te quedaste dormida" y yo le contesté "claro que no, lo que pasa es que vivo en ******** (por petición de alguien ahora no digo donde vivo).
Después de eso el señor me dijo que valorara mi sacrificio y el de mis padres, que estudiara y que saliera adelante, no sé porque necesitaba escuchar eso pero ese señor dijo algo que sin saberlo yo quería escuchar, luego comenzamos a hablar de la inseguridad que se vive actualmente en el país.
Aese señor lo habían encañonado y tambien amenzado con un cuchillo durante su trabajo de taxista, eran unos chicos de algunos catorce años, después de hacerlo maneja por más de media hora lo hicieron pararse y le ordenaron que se desnudara, quedando así en sólo calsoncillos. Lo siguiente fue que le ordenaron correr y así lo hizo, pero los delincuentes le lanzaron dos disparos haciendo que el resbalara y cayera a una charca bastante onda. Eran aproximada las 12 pm, estaba demasiado oscuro y los chicos siguieron disparando hacia la charca, al final pensaron que lo habían matado.
El señor salió a la carretera luego de que sus agresores se fueran y una persona se detuvo a ayudarlo, el taxista y yo coincidimos en algo. "pocas personas se detienen al ver a alguien semisdenudo al pie de la carretera". Esa persona que amablemente se detuvo llamó al taxista por su apellido y lo llevó a la policía. El señor jamás supo quien era ese señor que lo había ayudado.
Personalmente no quiero creer en dios de esa forma o en loa ángeles, pero la historia del taxista me hizo creer que quizás pueda comenzar a creer.
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